La Mancha es una región con hermosos rincones por descubrir, entre ellos están las Barrancas de Burujón. Una agradable sorpresa para muchos viajeros que en la ruta de Toledo a la Puebla de Montalbán, deciden aventurarse por un pequeño desvío, que en contados minutos los pone frente a frente con esta magnifica obra esculpida por la propia naturaleza y el tiempo.
Seguramente fue así como los creativos publicitarios de la bebida mas famosa del mundo, encontraron en este paraje el escenario ideal para rodar el cierre de un reciente anuncio de su marca Light.
En este lugar aun desconocido, aparece el personaje de la campaña de Coca-Cola cediéndole el protagonismo a la belleza y grandeza que envuelven los acantilados.
Las barrancas o cortados arcillosos deben su existencia a la acción del viento y del agua del río Tajo, sobre sedimentos de unos 25 millones de años. Las barrancas en complemento con el embalse de Castrejón albergado en sus entrañas, representan un singular espectáculo para la vista.
La mejor manera de disfrutar de esta maravilla natural, es recorriendo su senda ecológica, a lo largo de la cual hay diferentes miradores; es un espacio tranquilo que invita al recogimiento, a una caminata pausada mientras se respira aire fresco y se escucha el silencio, interrumpido de vez en cuando por el sonido de las aves, que han encontrado en el lugar un hábitat. Entre estas aves hay numerosas especies, muchas de ellas en vía de extinción, como: el Halcón Peregrino, el Águila Imperial, el Águila Perdicera, el Aguilucho Lagunero, el Búho Real, la Lechuza, el Cernícalo o el Buitre Negro.
Para llegar a las barrancas desde Toledo se puede tomar la carretera CM 4000 en dirección a Talavera de la Reina, en el punto Km. 26, a pocos metros antes del cruce de Burujón, a la izquierda esta el desvío para tomar el camino hacia los acantilados.
Los amantes de la literatura pueden complementar este paseo con una visita a la Puebla de Montalbán y visitar el museo de la Celestina, a tan solo 10 Km.
Otra alternativa, es recorrer 30 Km. mas y acercarse a la Iglesia Visigoda de Santa María de Melque y al castillo de Montalbán. Ambos lugares gozan de un privilegiado entorno natural propicio para cerrar una relajada escapada a tierras manchegas.
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